Bullying o acoso escolar en Personas Altamente Sensibles

El dolor silencioso es el más funesto

Friedrich Hegel

Algunas Personas Altamente Sensibles hemos sido víctimas de acoso o bullying en la adolescencia o cuando éramos niñ@s.

Desgraciadamente no solo las PAS somos víctimas de bullying claro, pero algo tan duro como el acoso, nosotras lo vivimos como lo vivimos todo; de manera muy intensa y dependiendo de cómo haya sido la situación y lo indefens@s que nos hayamos sentido nos puede dejar una herida interior cuya repercusión puede perdurar durante muchos años.

O toda la vida si no vamos a sanarla.

Las PAS no somos más vulnerables a sufrir acoso escolar ( o en el trabajo, pero ese es otro tema) porque somos "más sensibles".

No. El ser sensible emocionalmente es parte del problema, pero es como siempre la punta de un iceberg mucho mayor.

Desde que el mundo es mundo siempre ha habido gente que se mete con los que son diferentes a la mayoría.

Pero claro, no es lo mismo ser diferente porque, por ejemplo, tienes el pelo rojo o los dientes torcidos (pero en lo demás eres como la mayoría de gente) a ser diferente porque eres altamente sensible.

En muchas ocasiones los acosadores aprovechan para meterse con personas que ven que están solas o aisladas o que en todo caso, aunque sean sociables, no siguen al grupo.

La alta sensibilidad nos hace tener unos gustos, preferencias, valores personales y necesidades que nos vuelven más proclives a ser personas que no encajen con facilidad en los grupos de gente.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que algunos comportamientos que exhibimos las PAS en general nos pueden hacer parecer débiles ante los demás.

Y recalco lo de parecer, porque de hecho, muchos de nosotr@s somos precisamente lo contrario a débiles.

Una de estos comportamientos de los que hablo es el de mostrarnos sensibles a las críticas de otros.

Los acosadores buscan obtener una respuesta en sus víctimas, y en las PAS esto lo encuentran fácilmente porque por lo general reaccionamos de manera fuerte e intensa, o al menos más intensa que la mayoría de gente.

Ante una situación de conflicto, estrés interpersonal o acoso, es fácil que una PAS se ponga, por ejemplo, a llorar o tenga cualquier otra reacción que muestre al otro su dolor o incomodidad.

Y claro, es tan complicado, por no decir imposible, para una PAS (sobre todo si es muy joven) que pueda fingir que ese comportamiento que le está doliendo tanto en realidad no le molesta.

Si a todo esto se le suma una baja autoestima y esa necesidad de agradar que tienen muchas PAS, pues la situación puede convertirse en un círculo vicioso donde el acosador daña, y cómo ve que consigue su objetivo sigue haciendo más daño

Por otro lado, a las PAS en general nos desagrada el conflicto y las situaciones violentas nos alteran mucho a nivel físico, mental y emocional, por lo que es fácil que no nos defendamos solo por mantener una cierta paz y armonía a corto plazo, aunque así se perpetúe el ciclo de abusos a más largo plazo.

Además, las PAS solemos ser personas perfeccionistas e instrospectivas, y le damos vueltas a los problemas y los asuntos de la vida en general, más que la mayoría de gente.

Así, podemos empezar a buscar los porqués del acoso, y llegar a la conclusión sobre todo si tenemos una autoestima baja,  de que lo que nos está ocurriendo es por algo que hemos hecho nosotr@s, o peor aún, podemos pensar que el problema somos nosotr@s y nuestra manera de ser.

Y es tan sumamente fácil echarle la culpa de nuestro dolor a nuestra diferencia, a nuestra manera de ser y estar en el mundo, a ser muy sensibles, a ser rar@s…

Y luego sanar esa herida del rechazo, no es tan fácil como llegar a mayor y entender intelectualmente y con la lógica, que sí, que tu no tuviste culpa de nada.

Y a todo lo anterior se le suma el hecho de que las PAS tenemos mucha empatía, lo que nos puede hacer caer en el error de ponernos en el lugar del acosador, de intentar entenderlo (¡porque no nos cabe en la cabeza que exista otra gente que vaya a machacar a los demás porque sí ¡).

Y así es fácil acabar justificando hasta lo más injustificable y volver como he dicho antes, el dedo acusador sobre un@ mism@.

Por último pero no menos importante, está el hecho de que ciertos comportamientos o características de muchas PAS actúan como un espejo molesto para algunas personas, por ejemplo,  el perfeccionismo, el sentido fuerte de la justicia, el ser muy detallistas y meticulos@s, o tener un perfil un poco de “sabelotodo”, o el ser una persona que sabe hacer muchas cosas o que destaca en una o varias áreas.

Y  bueno, hasta aquí por hoy los factores que como PAS nos hacen vulnerables a sufrir situaciones de acoso escolar.

Este es un tema importante y complejo y en un próximo artículo hablaré de las consecuencias que tiene el sufrir bullying para una PAS, y las medidas que se pueden tomar para proteger a los niños y adolescentes altamente sensibles de este tipo de acoso.

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Artículo originalmente escrito en: https://mariagomezpsicologia.com/psicoeducacion-pas/bullying-o-acoso-escolar-en-personas-altamente-sensibles-2/

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Maria Gonzalez Gomez
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