“Los beneficios de decir: no, gracias incluyen menos dolores de cabeza, estrés y pérdida de tiempo y de dinero. Es imposible complacer a todo el mundo”.
Oliver Luke. Libro: 100 consejos para gestionar el tiempo.
¿Te has planteado alguna vez a qué se debe que te cueste decir que no ante propuestas que no te interesan o apetecen?
La respuesta la encontramos en nuestras neuronas espejo, que en las PAS tienen más actividad y que son las encargadas de empatizar con las necesidades ajenas. Sin duda la empatía es un valor y en muchas ocasiones decidiremos decir que sí por ayudar a una persona.
¿Eso significa que siempre tengamos que estar dispuestas y disponibles para cualquier plan? ¿Esto es sostenible para nosotras teniendo en cuenta que nos saturamos antes que el resto? Opino que la respuesta a estas dos preguntas es no. En ocasiones podemos optar por ser asertivas y despejar nuestra agenda. Es cuestión de hacerlo con educación y practicarlo.
Si reflexionamos sobre este tema de una forma más profunda nos daremos cuenta de que en el fondo hay una necesidad de agradar excesiva y que las personas que nos aprecian comprenden mejor de lo que nos imaginamos que en ocasiones nosotras también tenemos derecho a decir no. Desde que lo practico he observado que las personas que merecen la pena en mi vida, siguen en ella, a pesar de que ahora digo no con más frecuencia que antes.
Las personas sanas que están en nuestras vidas se tratan bien a sí mismas, ponen límites razonables y dicen que no en ocasiones. Si ellas pueden tener estas actitudes, entenderán que nosotras también las tengamos. Esto se debe a que ellas quieren estar bien y que nosotras también lo estemos.
¿Esto te resuena? ¿Te cuesta decir: no, gracias?
Rosario Jiménez.
Coach Profesional para PAS
Artículo originalmente escrito en: http://almapasmadrid.es/no-gracias
