Ser susceptible, ofenderse y tomarse las cosas a personal


No te tomes nada personal.

Nada de lo que los demás hacen es por ti.

Lo que las personas hacen y dicen es una proyección de su propia realidad.

Don Miguel Ruiz, Los 4 acuerdos

Hace años, cuando empecé a ir a quedadas de grupos de PAS, me di cuenta enseguida de que uno de los principales problemas que podemos tener las personas altamente sensibles es el tema de ser (muy) susceptibles.

Y es que, en estos grupos, era muy común que hubiese encontronazos y malos entendidos porque la gente se tomaba a personal cosas que hacían otros y que no tenían nada que ver con ell@s, llegando incluso a veces a situaciones donde las "ofensas" eran totalmente inexistentes y estaban solo en la mente del ofendido.

Además, siendo todos parecidos y funcionando por dentro de manera similar, chocaban las susceptibilidades de unos con las de otros.

Bueno. 

La RAE define al susceptible como aquella persona que es quisquillosa y que se ofende fácilmente.

A las PAS nos resulta sencillo ofendernos con facilidad, no lo vamos a negar.

Porque somos susceptibles (valga la redundancia) a que nos molesten muchas cosas.

Y en general, si no nos lo trabajamos, tendemos a tomarnos las cosas a personal y a sentirnos atacad@s u ofendidos sin motivos reales.

Y es que en nuestro caso, hay factores tanto internos que nos da el propio rasgo como externos que nos da el ser PAS en este contexto o sociedad en la que vivimos.

Por ejemplo, a la mayoría de PAS nos han invalidado nuestra manera de ser y de sentir, desde pequeños y nos han dicho cosas como "no seas tan sensible, te afecta todo demasiado, no pienses tanto, todo te molesta"…

Y así, muchos de nosotros hemos aprendido a invalidarnos y a adaptarnos a los demás, y hemos desarrollado una sensibilidad grande a que nos critiquen o nos malentiendan.

Y esto junto con una autoestima baja y el deseo de querer encajar a toda costa facilitan el sentirse atacad@ con facilidad.

Además, si te duele o afecta mucho que los otros no te entiendan o te critiquen es normal que estés en un estado de casi perpetua vigilancia para poder captar cuando otros te atacan para así poder defenderte.

Además, hay algunas PAS que efectivamente sí que hemos sufrido las críticas o ataques de los demás por ser así, o por ciertas manifestaciones de la alta sensibilidad en nuestro carácter, según como lo queramos ver, con lo que es bastante lógico que en algún momento nuestra mente se pusiera en modo hipervigilancia.

Hay que recordar que al igual que en la vida en general, en las relaciones personales en particular hay muchos momentos de ambigüedad, donde lo que hacen los otros está abierto a múltiples interpretaciones.

Y el problema que tienen las mentes hipervigilantes, es que, en vez de protegerte, te dejan aislad@ y viviendo en una especie de paranoia donde interpretas como amenazas comportamientos neutros o que no tienen que ver nada contigo.

Y aprendes a ser malpensad@, a anticipar catástrofes y rechazos futuros y a atribuir malas intenciones al comportamiento ajeno.

La alta sensibilidad, por otra parte, también nos da una especie de falta de flexibilidad psicológica que, si no se entiende y se trabaja, se traduce en no tolerar que otros no sean como tú, que no compartan tus valores, y tu forma de vivir y también en interpretar su diferencia y su manera de ser y estar en el mundo como una ofensa hacia ti.

También, el rasgo nos da la capacidad de percibir más estímulos que otra gente y de manera más intensa o profunda y podemos tomarnos el que otros no perciban tanto como un agravio, como una especie de dejadez por parte del otro o un signo de que no le importamos lo suficiente.

Otro factor importante que influye en esto de que las PAS seamos susceptibles es el de que tenemos una mente que le da muchas vueltas a todo, cosa que no es necesariamente negativa, pero si no sabemos gestionarlo, nos puede llevar a analizar minuciosamente el comportamiento de los demás y por tanto ver siempre ofensa o peligro donde no lo hay.

Lo buena noticia en esto de la susceptibilidad es que es algo que sí que podemos trabajar, y sí que podemos llegar a ser poco susceptibles con las mejoras que eso tiene en nuestra vida.

Para empezar, es importante recordar una y otra vez que los seres humanos estamos todo el rato proyectando sobre los demás (las PAS también hacemos esto, por supuesto) y que prácticamente nada de lo que hacen otros tiene que ver contigo sino con sus propias proyecciones, sus miedos, inseguridades y su historia personal.

Por ejemplo, hay un perfil de PAS, como pueden ser las PAS con alta capacidad o las más, digamos, "intelectuales", que son una especie de espejo incómodo para alguna gente que se sienten amenazados e intimidados por ellas.

Si tu entras en este perfil de PAS, pues te habrás encontrado situaciones donde cierta gente "va a por ti", pero en realidad no es un ataque personal hacia tí, sino hacia lo que tú proyectas.

Otra cosa es aprender a defenderte de estos ataques, por mucho que sean proyecciones de otros, por supuesto, ese es otro tema.

También es importante aprender a sustituir los juicios que puedas hacer a otras personas, porque no llevan una vida o no son de una manera que a ti te parece “La-Co-rrec-ta”, por curiosidad.

Y aquí te puedes ayudar de la empatía que tenemos las PAS y que bien dirigida te puede hacer que te sumerjas en el mundo del otro y que entiendas que la gente no está en el mundo para amargarte la vida, ni está tan pendiente de ti como crees.

Es importante entender bien, como siempre, la alta sensibilidad y recordarte que los demás funcionan diferente, y que la mayoría de veces no hacen lo que hacen para molestarte o porque están en tu contra, sino porque no saben hacer otra cosa ( igual que tu).

Otra cosa fundamental es dejar de asumir cuando no sabemos por qué la otra persona hace lo que hace y recordar que la intuición de las PAS puede confundirse con la historia personal de traumas e inseguridades, y estar mediada por la falta de autoestima, con lo cual ya no es la intuición la que te habla sino el miedo.

Y hay que recordar que las PAS no tenemos poderes adivinatorios, ni leemos la mente de nadie, por más que captemos (a veces), cosas que a otros se les escapan.

También es interesante utilizar esa complejidad que tenemos algunas PAS a nuestro favor y recordar que los seres humanos podemos ser tremendamente complejos.

 Que solo vemos la punta del iceberg de lo que son y lo que les pasa a los demás. Y que lo que está haciendo el otro tiene múltiples interpretaciones.

Y que lo mismo esa persona que parece que te mira seria es porque tiene un dolor de una enfermedad invisible que tu desconoces, o porque ayer descubrió que su pareja le es infiel, o porque está pensando en el problema que está teniendo su hijo en el cole o simplemente porque no ha dormido bien.

¡O vete tú a saber¡

Lo dicho: si no sabes, no supongas.

También hay que tener en cuenta que esto de tomarse las cosas a personal y ofenderse por todo tiene un puntito de egocentrismo y de creer que el mundo gira alrededor de un@ mismo.

Y nada más lejos de la realidad, claro.

Y en este punto, es importante aprender a desarrollar la perspectiva, porque como dice el cantante Jorge Drexler en una de sus canciones, somos “polvo de estrellas”, es decir, cada uno de nosotros somos un punto minúsculo en la historia de la humanidad, no somos el centro del universo y es un tanto ridículo pensar que los demás existen para molestarnos o están tan pendientes de nosotr@s como nos creemos.

Por eso, a veces es importante hablar con alguien, un amigo, nuestra pareja o un psicólogo que nos pueda dar un poco de esa perspectiva que nos falta.

Un psicólogo que entienda por qué eres así, te puede ayudar a revisar esas situaciones que desencadenan esos sentimientos de indefensión o de sentirte atacado y esa especie de hipervigilancia que se te activa en las situaciones sociales.

Y es conveniente también, así en la vida en general, tomarse ciertas cosas con más filosofía de vida y con un poquito de humor y aprender a reírte de ti mismo y de tus rarezas.

En este punto, claro, cuanto mejor te conozcas y mejor estés contigo mismo y más te aceptes más fácil te será no darte por ofendido cuando otros aludan a tu diferencia.

Porque siendo susceptible estás gastando mucha de tu preciada y limitada energía en controlar cosas que no puedes controlar, como es el comportamiento de los demás, o las opiniones que tengan otros de ti.

Así que ¿por qué no centrarte mejor en ser auténtic@ y en controlar las cosas que sí que puedes controlar?

Te espero en los comentarios 😉



Artículo originalmente escrito en: https://mariagomezpsicologia.com/autosaboteos/susceptibilidad-y-tomarse-las-cosas-a-personal/

Maria Gonzalez Gomez
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