
Imagínate que terminas de armar un puzzle al que le has dedicado mucho tiempo... ¿cómo te sentirías?, ¿liberado?, ¿orgulloso?, ¿satisfecho?... ¿O quizás rabioso porque ha sido frustrante y preferirías no haberlo comenzado?
Ahora traslada esas sensaciones al descubrimiento que has hecho del rasgo PAS. ¿Cómo te sentiste al saber que formaba parte de tu personalidad? Y si lo has descubierto navegando por esta página.
Durante el tiempo que llevo realizando talleres y trabajando con gente PAS, me he dado cuenta de que hay dos tipos de reacciones muy marcadas cuando las personas descubren que tienen el rasgo.
- Hay un grupo que lo reciben como una liberación porque, por fin, pueden poner la última pieza de ese puzzle que llevan armando sobre ellos mismos toda su vida. Y esa es la pieza que hace que todo encaje, por fin comprendes por qué tu forma de pensar, sentir, reaccionar y vivir las cosas es diferente al resto de las personas. Y a partir de ahí comienzas a explorar todavía más sobre el rasgo, lees todos los libros que existen, buscar artículos, blogs…y, a cada paso que das, artículo que lees, otros PAS que conoces, la comprensión de ti mismo y del rasgo es cada vez mayor. Aprendes a ver todas las cosas positivas que tienes y a minimizar las consecuencias no tan positivas.
- Hay otro grupo que vive el descubrimiento desde el rechazo, lo ven como si fuera una condena, una patología que es necesario eliminar para poder tener una vida “normal”. Llegan incluso a negar que ellos mismos sean PAS aunque se reconocen en cada uno de los pilares. He visto hasta personas que han preguntado si había una pastilla pera dejar de tenerlo….
¿Te cortarías las piernas si eres muy alto para poder comprarte ropa, dormir sin que se te salgan los pies de la cama o no darte con las puertas?, ¿a qué no?... ¿por qué entonces vas a rechazar algo que forma parte de ti como tu color de ojos, tu sonrisa o el hoyuelo de tus mejillas?
Ser PAS no es negativo, lo que hemos experimentado son las consecuencias negativas de no saber cómo funciona nuestro cerebro con este rasgo y de que las personas que nos rodean también lo desconozcan. La ACEPTACIÓN es el primer paso para poder minimizar esas consecuencias negativas y potenciar cada vez más las positivas, que las hay y muchas. A medida que aceptes que te saturas en determinados ambientes, que necesitas tus momentos de soledad y silencio, que te emocionas en situaciones que el resto no lo hace, que necesitas analizar muchos detalles antes de tomar una decisión… aprenderás a gestionar todo eso sin necesidad de rechazarlo. Y, por el contrario, podrás disfrutar de conversaciones profundas con otros PAS, de ensimismarte con un amanecer, de disfrutar de la música y la pintura, de percibir los estados emocionales de la gente que te rodea sin necesidad de preguntarles y poderles prestar todo tu apoyo porque empatizas con ellos…
¿De verdad preferirías no tener todo esto?
Aceptar es comprender, permitir que forme parte de ti. La resistencia y el rechazo del rasgo sólo pueden llevarte a tener una lucha continua contigo mismo, a forzarte a encajar en una sociedad mayoritariamente no PAS, a obligarte a pensar, sentir y vivir como lo hacen los demás para ser aceptado por ese 80% de la población.
¿No es un poco absurdo intentar que otros te acepten sin que tú te aceptes a ti mismo?
Si, crees que si, bienvenido al primer paso para aceptar tu lado PAS.
¿Y tú, como reaccionaste a la noticia cuando conociste tu rasgo?, cuéntanoslo en los comentarios.
¡Excelente post Raquel! ¡Muchísimas gracias por tu colaboración!!
Me ha gustado mucho Raquel, enhorabuena!
Es verdad que cuando descubrimos el rasgo algo cambia dentro y hay un antes y un después en nuestra vida.
Ser positivo y saber aceptarlo, sin duda es la mejor de las opciones para crecer, vivir y sentirse mejor cada día. Gracias por la reflexión.
Gracias por tu comentario Sonia!
Me alegro de que en tu caso haya sido un descubrimiento positivo 🙂
Estoy de acuerdo contigo en que aceptarlo es la mejor opción para seguir creciendo.