La soledad que sientes siendo PAS


“Cuando estás rodeado de toda esta gente, puedes sentirte más solo que cuando estás contigo mismo. Puedes estar en una gran multitud, pero si sientes que no puedes confiar en nadie o hablar con nadie, te sientes realmente solo”. Fiona Apple.

Las PAS tenemos una gran necesidad de estar solos, de tiempo con nosotros mismos y de silencio.

De un espacio propio donde poder descansar de las demandas y los estímulos del mundo exterior y en el que no tengamos que lidiar con las expectativas ni las emociones de nadie más que con las nuestras.    

Como PAS puedes vivir esta soledad como una forma de desconectar del mundo exterior y conectarte con tu mundo interior.

 

Como una soledad para desconectar de las emociones de los otros para luego volver al mundo y poder conectar de nuevo.

 

Como un espacio para hacerte cargo de tus propias necesidades y de ti mism@ y donde aprender a conocerte fuera de la mirada de los otros.

 

Puede ser una soledad necesaria para bajar esa estimulación de tu día a día, para descansar física y psicológicamente

 

 O una soledad fértil donde estás creando cosas: tocando un instrumento, escribiendo, cocinando, leyendo..

 

En este caso la soledad tiene una función de autocuidado.

 

Es una soledad sanadora, necesaria, buscada y disfrutada.

 

En el otro lado de la moneda está el aislamiento que es cuando la soledad tiene una función de evitación y se transforma en aislamiento social.

 

Es una soledad que utilizas como un tipo de refugio para no enfrentarte a las cosas que te desagradan o te resultan difíciles y dolorosas.

 

En este caso puedes buscar el estar sol@ porque el mundo exterior te abruma, te angustia o te agota.

 

 Porque no sabes o no puedes lidiar con tanto ruido exterior, con tanta emoción ajena.

 

Porque vas aguantando más de lo debido hasta que explotas y luego necesitas aislarte cuando no puedes más.

 

Porque aunque tienes el deseo de tener relaciones con otros te cuesta mucho, ya que las relaciones en general tienen un gasto de energía y tiempo y tu si estás muy sobrestimulad@ no dispones de esa energía.

 

Porque no sabes cómo hacer para que no te afecten los problemas y las emociones de otros…

 

Porque un mundo tan demandante y lleno de estímulos te resulta “demasiado” o porque tú mism@ te sientes demasiado para una sociedad donde a mucha gente le abruma tu intensidad y sensibilidad.

   

Puedes buscar la soledad para huir de tus sensaciones físicas, de esas sensaciones desagradables, de esas mariposas en el estómago, de esos nervios, que te provocan el estar con otros, el mostrarte ante los demás.

 

 

Así, dependiendo de si la soledad pertenece al autocuidado o a una soledad donde lo que se busca es evitar el malestar se puede sentir o bien como una soledad elegida y sanadora o como una soledad impuesta, y dolorosa.

 

Es muy importante que sepas diferenciar entre soledad y aislamiento social y aprendas que es lo más sano para ti.

 

Eres tú quien debe decidir cuánto tiempo necesitas de interacción social y cuanto necesitas de soledad.

 

Como no tienes la misma necesidad de tiempo a solas que la mayoría de gente debes de ser tú mism@| el que te conozcas y quien establezca cuando estás teniendo una soledad sana y enriquecedora y cuando te estás aislando.

 

Tú eliges tus propias reglas sobre el tiempo que necesitas de soledad y el tiempo que necesitas con otros.

 

Quizá eres una persona que necesita esta soledad para luego tener periodos de conexión auténtica con los demás.

 

O quizá necesitas mucha menos interacción social que la media de personas y para ti eso es sano, estás contento así y te funciona.

 

Recuerda no compararte con lo que es lo habitual o común en este mundo no PAS donde lo bien visto es la interacción social y donde el tiempo de soledad es visto por muchos como algo “raro” o que no se acaba de entender.

 

Tú tienes tus propias necesidades y tienes que escucharlas y atenderlas para estar bien contigo mismo y poder participar en el mundo.

 

Y por último, presta atención, a ti, a tu cuerpo, a cómo te sientes y sé consciente del impacto que tiene sobre ti el tiempo a solas y el tiempo con otros, tanto a corto como a largo plazo, en tu salud tanto física como mental; experimenta, y deja que sea tu propia experiencia quien te guie.

 

Y tú, ¿qué tipo de soledad experimentas?

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Artículo originalmente escrito en: https://mariagomezpsicologia.com/relaciones/la-soledad-que-sientes-siendo-pas/

Maria Gonzalez Gomez
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