Pas y relaciones III: Empatía tóxica, ir a salvar a otros y como ayudar (de verdad)


He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro.

José Saramago

Hay algo importante que puede cambiar radicalmente a mejor tu relación con otros, y es el entender que los demás NO son un problema a solucionar, y más concretamente que no son TU problema a solucionar.

Porque las PAS en nuestro afán de ayudar a otros, podemos caer fácilmente en el papel de rescatador/a o salvador/a.

Y es una pena, porque puedes ser muy buena persona y tener las mejores intenciones del mundo, pero lo que consigues con tus actos (que son los que dejan huella de verdad) es hacer daño al otro o como mínimo molestar.

Lo cual resulta cuanto menos irónico, porque a las PAS en general no nos gusta “molestar”.

Y es que hay una gran diferencia entre AYUDAR e (intentar) SALVAR o rescatar al otro.

Rescatar tiene que ver con entrometerse en la vida de la otra persona (independientemente de tu intención) y con intentar imponer al otro lo que debería de hacer (según tu criterio, claro).

Y es que lo mismo a las Pas que tenemos un perfil de solucionadoras de problemas, nos toca aprender qué problemas son nuestros a solucionar y cuáles no, y por tanto no nos debemos meter.

Porque rescatar es tratar al otro como un niño pequeño y frágil que no se puede valer por sí mism@, y es quitarle el poder de solucionar sus propios asuntos y hacerlo dependiente de ti.

Y con toda probabilidad el ver al otro como una persona frágil y sin recursos tiene que ver con verte a ti mism@ (quizás muy en el fondo de tu ser) como una persona frágil y sin recursos.

Y también es poner sobre tus hombros responsabilidades que no te corresponden.

Porque algunas PAS somos hiper-responsables desde bien pequeñas, lo cual tampoco es que esté mal, pero si queremos tener una buena vida, nos toca aprender a soltar un poco el control y ver que muchas cosas (sobre todo los problemas de otros adultos) no son nuestra responsabilidad.

Rescatar también tiene más que ver con invadir, con intentar arrastrar a la otra persona a tu territorio.

Y ayudar está más relacionado con estar ahí, al lado del otr@, acompañando.

Rescatar tiene que ver con nuestros intentos de CONTROLAR a los demás, y ayudar tiene que ver con ACEPTAR al otro tal cual es.

Y el rescatar tiene que ver también con centrarte en los problemas de los otros para huir de los tuyos propios.

Porque la persona que rescata (al menos la altamente sensible) necesita ser necesitada.

Y busca y encuentra su autoestima y su valía en el bienestar que le proporciona ayudar a los demás.

Pero claro, el ir de salvador tiene la consecuencia de que te van atraer personas (amigos o parejas) que tienen problemas o están necesitados, y también gente que se puede aprovechar de que siempre estés dispuest@ a ayudar por encima de ti mism@ y tus necesidades.

Por otra parte, el no lidiar con el propio dolor y las propias emociones está muy ligado a esto de la empatía tóxica, que tiene que ver con asumir que los demás están sintiendo las cosas como las sentirías tú si te pasasen a ti.  

La empatía tóxica es creer que la ficción de tu cabeza sobre la otra persona, es la realidad de quién es la otra persona.

Es estar en la película de tu mente en vez de viendo a quién tienes delante realmente.

Y aquí toca aprender a no dar por hecho que a l@s demás les duelen las mismas cosas que a ti, y al mismo nivel e intensidad.

Y también aprender a dejar de suponer, y empezar a preguntar.

Y no confundir la voz de tus miedos, tus traumas, y tus decepciones pasadas, con la voz de la intuición que nos ayuda a las PAS a ver como son las personas más allá del personaje que aparentan.

Por otra parte, el ir de salvador/a hace más grande esta soledad tan conocida de las PAS.

Y es que el papel de rescatador es muy solitario porque te sitúa en un plano de superioridad frente al otro, y solo vas a poder conectar de verdad con otros seres humanos desde la igualdad y desde el compartirte desde tu vulnerabilidad.

Y sobre todo, es que es muy inocente, cuanto menos, pensar que hemos venido a rescatar a alguien.

Como mucho podemos aportar nuestro granito de arena al mundo y ese granito puede ayudar a otros en su camino de encontrarse o salvarse a sí mismos.

Lo cual ya es mucho.

Y si utilizas este súper poder mental que tenemos los humanos que es la perspectiva, te darás cuenta de que el pretender salvar al otro es bastante ridículo, que cada cual ha venido a la tierra a tener unos aprendizajes y unas experiencias de vida diferentes, y que demasiado tenemos cada cual lidiando con nuestros propios problemas.

Y te das cuenta de que la verdadera ayuda viene de haberte trabajado y de ser capaz de estar con tus propias emociones y con tu propio dolor, y ser así capaz de estar con el dolor de los demás.

Y también esa ayuda se expresa no dando consejos no solicitados, y respetando que el otro no vea o no quiera ver cosas de sí mism@ que tu si estás viendo pero que lo mismo no te corresponde decirle.

El ayudar es no arrastrar a otros a tu camino, sino dejarlos que anden el suyo propio.

Porque la verdadera ayuda viene cuando dejas el pedestal del rescatador y te bajas a la tierra firme a compartir tus vulnerabilidades con otros seres humanos.

Te espero en los comentarios 😉



Artículo originalmente escrito en: https://mariagomezpsicologia.com/autosaboteos/pas-y-relaciones-iii-ir-a-salvar-a-los-demas-empatia-toxica-y-como-ayudar-de-verdad/

Maria Gonzalez Gomez
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